Las empresas deben saber gestionar los inevitables altercados para evitar que se enquisten.
Estos 11 consejos pueden servir para gestionar de manera inteligente los conflictos cotidianos:
- Estar dispuesto a abandonar las posiciones iniciales.
- Asumir que en la gestión del conflicto todos salen beneficiados.
- No usar la violencia física, no insultar, no mentir, no dar ultimátums ni atacar verbalmente al otro.
- Centrarse en el problema, no en las personas implicadas.
- Buscar responsables, no culpables.
- Ceñirse a los hechos, no enredarse en el concepto de justicia.
- No poner obstáculos a la comunicación y elegir los momentos o formas adecuadas para negociar.
- No tratar de imponer la propia opinión al otro.
- No polarizar las posiciones.
- No intentar interpretar el pensamiento de los demás.
- No adoptar una visión catastrofista.